Mi visita a San Nicolás de Oriente

Relato de Pedro Meza
Salimos de madrugada desde Somotillo, sitio donde habito durante la semana laboral, voy ilusionado y por momentos no me doy cuenta que han pasado casi tres décadas... y que no soy el joven de aquellos maravillosos años, pero creo ilusamente que encontraré a todos y todas igualitas con pocos cambios y que los reconoceré...

Mercedes Campos, mi guía, se ríe y dice después de escucharme decir una que otra cosa…recuerda Pedro han pasado casi 30 años, ¿qué esperas?, eso me cayó como un balde de agua fría, al llegar al pueblo casi todo fue desconocido para mí. Hasta la iglesia me parecia que estaba en otro lugar, no podia ubicarme.

Asimilé un poco el cambio porque antes pasamos por el instituto, hablamos con la subdirectora y vi al hijo del alcalde de aquella época hecho un hombre ni siquiera un adolecente y de pronto un pueblo con varias calles mismo que cuando conocí era de una y media calle, ahora “todo modificado”

Mercedes contribuyó para que fuéramos por todo el pueblo visitando los contactos y autoridades, quienes gustosos serán parte de un acto de encuentro con jóvenes del instituto y habitantes del pueblo el día 22 de Agosto donde esperamos asistan quienes están intensados e interesadas en el reencuentro.

Me siento en deuda con la gente que me acogió en sus hogares como otro miembro de la familia, por no haber regresado antes. Recuerdo a muy pocos de ellos a Nicacio, Nemecio, el abuelo Pablo Tórrez y su esposa, Don Herminio Rocha a mi amigo Germán, Nicanor y Carlota de La Sirena.

El día 29 de julio que llegué al pueblo temía no encontrar a nadie o más bien no recordar sus caras ya que muchos nombres han desaparecido de mi memoria. Una vez en la oficina del secretario político comenté a tres de ellos que yo había trabajado en las comarcas Las Tablas, Salmerón y La Sirena, al mencionarlo Hernán comentó; por acá anda Nicanor, vamos a buscarlo.

Luego vi entrar a un hombre delgado, mayor que al escuchar de la época me dijo; entonces usted es Pedro Meza, soy Nicanor Rocha ¿se acuerda de mi? Nicanor de La Sirena y justo ahí llegaron los recuerdos, abrazos y una lagrima que trate de disimular. Los que estaban ahí nos miraron, empezamos hablar y nos volvimos a levantar para abrazarnos nuevamente sentí un fuerte dolor de cabeza debido a la emoción y un nudo en la garganta que aun recuerdo a cada instante después de tres días de sucedido.

Considero que estoy cerrando el círculo de este asunto como dijo una amiga, porque el día 22 espero ver a Doña Carlota, a Germán, a Nicasio, a Nicanor y a sus familias a quienes conocí muy pequeñitos y recién nacidos hace casi 30 años.

Mis abuelos, están muertos, ese dolor de no haberlos visto me da tristeza, espero comentarlo con sus hijos e hijas para explicar la razón de mi ausencia. El día 22 de agosto marcará un punto de partida en mi relación con estas familias maravillosas que me apoyaron incondicionalmente en el pasado. Espero reencontrarme con pobladores y pobladoras de los sitios donde trabajé y a mis compañeros brigadistas.