jueves, 25 de marzo de 2010

Un día como hoy hace 30 años:
25 de marzo 1980

El dia 23 de marzo salimos de León en buses hacia el norte del país, el destino era San Nicolás de Oriente, un pequeño municipio aislado e incomunicado que pertenecía al departamento de León, creo que nadie de los 270 jóvenes había estado antes ahí, para llegar se debía dar toda una vuelta por San Isidro y justo a la altura de Santa Cruz departamento de Estelí girar por un camino de macadán 10 kilómetros subiendo y bajando la montaña.

Allí estaba un pueblito con una sola calle al centro que no tenia más que 3 cuadras de largo, no había agua potable, ni servicio de energía eléctrica, ni letrinas, el comando de la extinta Guardia yacía quemado.

Ahí se podía en cinco minutos recorrer el casco urbano del pueblo que era la cabecera municipal de San Nicolás, los extremos de la calle de en medio conducían a un camino hacia las comarcas de La Sirena, Salmerón, Las Tablas, luego derivaba hacia Los Limones y Los Bordos, o a Paso Real y La Montañita, del otro extremo se salía hacia Las Javillas y Palo blanco, había otro camino que llevaba a la Puerta, Jingajapa y El Espinito que eran los confines del municipio. Solamente la comunidad de Quebrada de Agua y La Laguna estaban sobre el camino de macadán y eran de fácil acceso, aunque había que caminar todo el tiempo, ahí no había forma de transporte motorizado hacia las comunidades, sólo a pie y si había suerte en mula.
La Montañita, Los Bordos y Los Limones están como a cuatro o cinco leguas, es decir, de 20 a 25 kilómetros, todos esos caminos se hacían a pie.

La mañana del 25 de marzo de 1980 cada escuadra de brigadistas ya tiene en sus manos un papel con los nombres de las familias campesinas donde se va alojar cada brigadista, todos eran muchachos por tratarse de comarcas alejadas, las pocas muchachas que alfabetizaron eran de San Nicolás y se ubicaron en el casco urbano. La comisión municipal ya venia trabajando antes de que llegáramos. Habían 270 hogares dispuesto para recibir cada uno a un alfabetizador.

Desde León ya veníamos aleccionados y con recomendaciones de cómo comportarnos y en un acto público hecho el Juramento del Brigadista que decía entre otras cosas ser disciplinados, integrarnos a la comunidad, ser cordiales y respetuosos de la vida y costumbres de las familias humildes de campesinos y habitantes de los barrios marginados, ser responsables de nuestros actos y honrar la memoria de nuestros mártires.

Así ya las escuadras formadas con sus responsables al frente y listos para salir, Marcio Morazán, un joven pequeñito y menudito quien estaba al frente del Ejército Popular de Alfabetización, EPA, empieza a dar las últimas instrucciones, se ve que el había escuchado la radio la noche antes y sabía la noticia de que habían asesinado en El Salvador a Monseñor Oscar Arnulfo Romero, ahí se acabó la algarabía de aquellos 270 jóvenes y dijo que era un mártir de Latinoamérica y reflexionó sobre el hecho de entregar su vida por la causa de los pobres y oprimidos, creo que por ello la salida en filas de los brigadistas por aquella calle del pueblo fue en orden y en silencio. Los que nos quedamos vimos cómo las filas interminables de muchachos iban con su uniforme, su mochila, su hamaca y su candil. Una de las consignas de aquel momento era ¡¡Vencimos en la insurrección... venceremos en la alfabetización!!

En el año 84 en las primeras elecciones sin Somoza en Nicaragua Marcio Morazán entregó su vida por la causa revolucionaria, creo que no llegó a cumplir ni 22 años, es un mártir más comprometido con la esperanza. Allá en San Nicolás siempre nos dio ejemplo de humildad y compromiso, a la hora del trabajo era el primero, a la hora de recibir algo, el último. De esto nos dimos cuenta la primera noche porque iba a dormir sin cobija y al preguntarle por qué no había retirado la suya, respondió que lo haría cuando la tuviera el último brigadista.

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